24 Timoteo, que antes había sido vencido por los judíos, después de
reclutar numerosas fuerzas extranjeras y de reunir no pocos caballos traídos
de Asia, se presentó con la intención de conquistar Judea por las armas.
25 Ante su avance, los hombres de Macabeo, en rogativas a Dios,
cubrieron de polvo su cabeza y ciñeron de sayal la cintura;
26 y, postrándose delante del Altar, a su pie, pedían a Dios que,
mostrándose propicio con ellos, se hiciera enemigo de sus enemigos y
adversario de sus adversarios, como declara la Ley.